Ángel Olgoso - Los demonios del lugar





Ángel Olgoso
Los demonios del lugar
Editorial Almuzara


Conozco a Ángel Olgoso desde que en 1998 se alzara con el Premio Caja España de libros de cuentos con Cuentos de otro mundo, un volumen de relatos sorprendente dentro del panorama literario de la época que ya anticipaba que nos encontrábamos ante un autor de raza, diferente, que bebía de Poe, Kafka y Conan Doyle, de los patafisicos franceses y como no, de los geniales Borges y Cortazar. Ya entonces, cuando el relato hiperbreve, minificción o relato cuántico como ahora algunos escritores pretenden rebautizarlo, no estaba de moda, (vamos aceptar que hoy en día es una moda que lentamente se ha convertido en género independiente), Ángel Olgoso presentaba lo que podría haber sido el relato mas corto de la literatura universal con permiso de Augusto Monterroso, o la novela mas corta, que tanto monta, monta tanto. Me refiero al cuento Cuando el Obispo de Fano, sifilítico, sodomizo al hijo del papa, que decía: “Eran otros tiempos. ¿Eran otros tiempos?”. Un ejemplo de concisión que aún hoy en día parece difícil de superar. Bien. Pero pasaron los años, y Ángel Olgoso reaparecería (de nuevo literariamente) con el volumen de relatos Los demonios del lugar, con el que habría de ganar el I Premio Internacional de Terror Villa de Maracena. Conviene aquí hacer un inciso y contemplar la literatura española de los últimos años con perspectiva: ésta no se ha caracterizado precisamente por cultivar este genero, el terror, lo eufemísticamente llamado gótico...., y mucho menos desde el relato corto. De ahí el doble interés por un escritor como Ángel Olgoso. No creo que estemos ante un escritor oculto, aunque lo parezca, y sólo el tiempo nos dirá si se habrá de convertir en un autor de culto. Los demonios del lugar lo componen 49 relatos breves o muy breves para leer y releer, hojear y degustar, unidos por una temática común que raya lo fantástico y que incluso llega a rozar las leyes de la verosimilitud aristotélicas. No podría ser de otra forma, ya que nos resultaría en caso contrario difícil el imaginarnos a unos jugadores de bolos utilizando una calavera, por ejemplo, en el relato Cleveland (pag. 144) a mi juicio uno de los mejores y de los que mejor definen toda su concepción de la literatura. ¿Tiene pues magia en las manos el autor?. Es posible, ya que es difícil encontrar tanto romanticismo y poesía en sus relatos y a la vez a un escritor que se atreva a recordarnos al Allan Poe de El pozo y el péndulo. El descaro de Olgoso resulta casi insultante. Su capacidad y facilidad para jugar con las palabras y los sentimientos, inquietante. 

(Publicado en La Clave-2008)


Comentarios

Entradas populares de este blog

EUGENIA RICO acaba de publicar “HISTORIA DEL SILENCIO”

Basura para dos - Nacho Fernandez

Jesus Hernandez - Operaciones secretas de la Segunda Guerra Mundial