Entre perro y lobo - Julio Llamazares
Entre
perro y lobo
Julio Llamazares
Alfaguara – Madrid – 2008
Dice Julio Llamazares a propósito de su
último libro publicado, Entre perro y lobo, que dicha expresión, en francés entre chien et loup, “hace alusión a esa indefinida luz que se
produce al caer la tarde, cuando ya el sol se ha ocultado pero la noche se
resiste a hacer su presencia”. No es banal entonces el titulo de esta
recopilación de artículos literarios, por cuanto alude en el mismo a su propia
esencia como escritor, periodista, poeta, o novelista, a una ambigüedad
consciente de quien “mira la vida desde
la ventanilla de un tren que cruza el paisaje envuelto en una luz que ni es
real, ni es irreal. Esa luz que hace que el mundo no sea blanco ni negro”. Una
antología de artículos literarios, que previamente han sido publicados en diferentes
medios escritos con cierta cadencia, es de por sí una Antología de trabajos
dispersos. Y no porque hayan mediado en su publicación entre unos y otros varios
días, meses o años, sino por los temas que tratan. Los primeros de Julio
Llamazares aquí reunidos bajo el enigmático titulo Entre perro y lobo, se
remontan a 1986, un año y un tiempo especialmente delicado en una España en la
que su problema era que “siempre creía
estar en una encrucijada”. Son artículos de opinión social, pero también
literaria y cinematográfica, en los que rememora su pasado, su juventud, los
primeros encuentros con Antonio Colinas o Camilo José Cela, por ejemplo. En los
que salda viejas deudas como la que siente tener con Antonio Pereira, paisano
suyo y a su juicio, “el mejor narrador
oral y autor de relatos breves de este país”. Con su hermosa tierra
leonesa, esa comarca de Babia bañada
por el río Luna, en la que sus recuerdos “están
todos impresos de nieve”... porque “la
nieve esta en su corazón como el silencio en las habitaciones de los
balnearios: densa y profunda, indescifrable”, y en los que no se olvida,
por ejemplo, de la fiesta de los toros,
inexplicablemente “apoyada hoy por los
nuevos intelectuales”, ni del último
deseo de Thomas Baal, preso ajusticiado en Nevada un 3 de Junio, un deseo
que raya lo surrealista puesto que lo que pidió fue amén de una copiosa cena, “pasar la noche con una prostituta”, algo
que le fue negado por unos rigurosos reglamentos carcelarios, es decir, por una “cuestión moral”. Y son artículos
en los que uno descubre que zigurat
es algo más que el nombre de una hermosa revista de poesía, que alude a “la subida en espiral al abismo, como un minarete que se alza solitario
contra el cielo azul cobalto del desierto”. Los más simpáticos y si me
apuran domésticos, son el que hace mención al particular parque jurasico de la época, el de la Chabeli y Ricardo Bofill
jr., el de Maria del Monte, Lolita y algún que otro político despistado como
Jorge Verstrynge, el de Sara Montiel e Iñigo, el gran José María Iñigo de los años setenta...., así como
el que recuerda aquel “¡por qué no te
callas!” de su Majestad el Rey al Presidente venezolano, o los que habla de
la teoría de la conspiración, o de las
dos Españas.... Y es que a su manera, Entre perro y lobo se puede leer
como una peculiar historia de España más, de sus últimos doce años, aunque en
esta ocasión vista desde la inquisitorial mirada (porque en ocasiones Julio
Llamazares aborda dicho papel, convirtiéndose en juez y parte) de quien los ha
vivido con intensidad desde su doble papel de escritor y periodista. Esto es
sin duda lo mejor del libro, puesto que a aquellos que comenzamos a peinar
canas, que pertenecemos lustro más, lustro menos, a la generación del autor,
nos resulta bastante sencillo identificarnos con los temas que trata, con los
personajes, políticos, futbolistas.... que menciona. Lo peor, que precisamente
a aquellos que no se identifiquen con dicha generación, les resultará no sólo
difícil entrar en cada artículo,
también encontrarle interés literario. Si uno lee los artículos de Larra, Julio
Camba o Álvaro Cunqueiro, observará que no es necesario identificarse con la
época. Que escribían, incluso cuando hacían referencia a algún acontecimiento
de su época, artículos atemporales, capaces de sobrevivir al paso del tiempo.
Ese es el verdadero valor del articulista. Esa es la carencia de Julio
Llamazares. El título, en mi opinión lo mejor del libro junto a contados
trabajos del mismo: Entre perro y lobo, entre
blanco y negro, entre chien et loup, ni contigo ni sin ti….
Comentarios
Publicar un comentario