Gregory Maguirre - Wicked
Gregory Maguirre
Wicked
Planeta – 2007
Justificada
perversidad
Frex y Melena, van a tener una hija.
Hasta aquí, todo normal. La anormalidad, la rareza (y quedémonos con el
concepto de que raro es lo que es diferente), estriba en que esa niña no será
como las demás nacidas en Munchkinland, que es donde se desarrolla en un
principio Wicked, esta primera
novela del autor norteamericano Gregory Maguirre. Cuando la comitiva de unos
titiriteros comandados por El Reloj del
Dragón del Tiempo se acercan a la ciudad, sus habitantes en un ataque de
furia se vuelven como locos contra su Pastor unionista, Frex, quien había sido
advertido de las nada pacificas intenciones de quien los dirigía, y
desobedeciendo sus palabras se disponen a ser inconscientes actores de una obra
de teatro no escrita para hacer realidad una vieja leyenda: es el día señalado. Mientras tanto,
Melena, custodiada por una vieja, una pescadora y una doncella dará a luz a su
hija en el bosque. Una “hermosa” niña de nombre Elphaba, de color verde y
dientes de tiburón. Este es el escenario de la novela, también subtitulada Memorias de una bruja mala. Este es el
punto de partida de una obra que en los Estados Unidos causa furor desde su
primera publicación en 1995 hasta el punto que ya existe su versión musical y
ésta es pues la exposición de los hechos, tal y como se nos presentan. Faltaría
ahora un análisis de esa otra imagen que a la manera platónica es fácil
reconocer al otro lado del espejo a
poco que se tenga la mente abierta y dispuesta a reconducir toda la
información. Porque ¿qué hay mas allá de los limites de Gillikin, Muchking,
Wend Hardings y Quadings, los cuatro condados en los que esta dividido el país
de Oz?. (Ya lo han descubierto, estamos situados en el mismo Oz del cuento
original de L.F. Baum, mucho antes de la llegada de Dorotea, de Víctor Fleming
e incluso del propio Mago). ¿Qué hay mas allá, repito, de dichas fronteras?. La nada, lo mismo que nosotros fuera de
nuestra región, ciudad, o barriada. A su manera Oz es una recreación virtual con
un sistema económico, político, jurídico y religioso independiente. Y en ese
contexto, la llegada de “alguien” diferente como Elphaba, o posteriormente su
hermana, Nessarose, también demonizada por su extraña invalidez que no voy a desvelar,
causa un profundo trastorno a todos sus habitantes. Un trastorno perverso sólo
entendible desde el paralelismo que podemos (y debemos) hacer con nuestra
propia realidad, ya que Elphaba de alguna forma será la encargada de dinamizar
y dinamitar todo un sistema social en el que tan sólo sobreviven los fuertes. (¿Cuándo
una bruja se convierte en mala salvo que lo sea por definición?). Desde ese
punto de vista Wicked es una acida crítica
a los regimenes fascistas y al capitalismo mas ortodoxo, aquel que no admite
entre los suyos a los raros (raro es diferente, acuérdense) y los excluye sin
piedad. Porque raros son los Elphabas
de turno, pero también los nacidos en las tierras de los Quadings, por ejemplo,
rechazados y humillados a partes iguales. Hay un momento en la lectura de la
novela en que la repulsión inicial que se le tiene a Elphaba se convierte
lentamente en una mezcla de compasión y cariño. Eso nos llevaría a pensar que
el autor, Gregory Maguirre, consigue otro de los objetivos de la novela: la critica
a los prejuicios
de una sociedad hipócrita y desordenada,
que cree ver y admitir la maldad en estado puro donde no se encuentra. Y si
algo hay que decir en contra de la novela, aparte del maniqueísmo que hace que
la comparemos por ejemplo con sus primos lejanas, El señor de los anillos y
Harry Potter. es que a menudo la información que se nos facilita, resulta
un tanto.... atropellada y pueril. Pero es en definitiva, una interesante
novela que admitiría y necesitaría varias lecturas.
Bastante informativo el blog 👍
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