Menis Kumandares - La señora Kula
Menis
Kumandares
La
señora Kula
451
Editores - 2007
El seductor
La primera imagen que le viene al lector
cuando comienza a leer la novela de Menis Kumandares, La señora Kula, es sin
duda la de Dustin Hoffman en la película El graduado, seducido por la bella
(y madura) Anne Bancroft. Es inevitable. Y
aunque es posible que el narrador griego conociera el film, no es menos que
esta imagen dura solo el tiempo necesario (unos segundos) que tardamos en
adentrarnos en la historia. Después, por suerte, La señora Kula tiene vida
propia, lo que es de agradecer. Ya el comienzo es revelador de cuanto nos vamos
a encontrar a continuación, y a su modo, cómplice de la máxima no escrita sobre
que “toda primera frase debe condensar el resto de la novela”. Y aquí lo hace.
Ese Coincidían todas las tardes a las
ocho revela algo mas que la existencia de unos personajes posiblemente de
sexos opuestos, que se mueven de tarde, probablemente después de salir del
trabajo, y que como dos polos de distinto signo se atraen. El resto de las casi
100 paginas posteriores girarán inevitablemente en torno a esta frase. Estamos
ante una novelle de desencuentros en la Grecia de los años setenta,
la de los “coroneles”, entre un joven
seductor y una mujer adulta que se deja seducir. Una historia de pasiones que
nos descubre un escritor desconocido del que sería interesante conocer el resto
de su obra.
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