Juan Pedro Ferrer y Miguel Fernández Martínez - “Aquellos maravillosos kioscos”
Juan Pedro Ferrer y Miguel Fernández Martínez
“Aquellos maravillosos
kioscos”
EDAF Editorial
Volver a la infancia. Es
lo que pretenden con su publicación “Aquellos maravillosos kioscos” los
autores Juan Pedro Ferrer y Miguel Fernández Martínez en un nostálgico
ejercicio que nos acaricia, nos envuelve y cual máquina del tiempo a lo H.G.
Wells, nos trasporta a ‘aquellos maravillosos años’ en los que no existía el
WhatsApp, ni los teléfonos móviles, ni los ordenadores…y en los que la
diversión pasaba por coleccionar álbunes de cromos, jugar a los ‘banzones’,
darle patadas a un balón en calles sin asfaltar o comprar chuches en el kiosco
de la esquina después de merendar. Los cascos de bebida, fuese esta de Coca-Cola,
Fanta o Casera, eran reciclables, y había que devolverlos a las tiendas. A ver
si se piensa el Gobierno que el reciclaje lo inventaron ellos…Los cromos se
cambiaban en la plaza del pueblo, y siempre había alguno que era el codiciado,
el que ‘nunca salía en los sobres’, siendo así objeto de culto. Las canicas o
banzones las había de múltiples materiales, pero eran las de acero y barro las más
solicitadas. Y al revés que ahora, que los niños lo tienen todo y al momento,
había un mes al año en el que el quiosco se convertía en el santuario por
antonomasia: el mes de la Navidad. El mes de los especiales de los tebeos, de
los juguetes, de los Cine-Exin, los Geyperman, trenes mecánicos y Madelman. De
las casas de muñecas y maquinas del millón. Y es que Aquellos maravillosos quioscos,
por fin…eran de verdad, aquellos maravillosos años.
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